UKULELE: MÚSICA Y AMOR.

                                                UKULELE: MÚSICA Y AMOR.



Otra vez lo volviste a hacer:
apareciste con tu dulce cantar,
en medio de la noche, ayer,
artista digna de admirar.

Tomaste en tus suaves manos
ese delicado instrumento musical
que en el país de los aztecas
suena de manera magistral.

Si así lo hace es por tu arte,
porque nadie hay que sea capaz
de ni siquiera igualarte
pues ensayas de forma tenaz.

Me emocionas, me desarmas,
me conmueves, no puedo reaccionar
al ver cómo tus dedos desplazas
haciendo las cuerdas vibrar.

A los ojos me miras de repente,
verdes luceros llenos de intensidad;
en el océano se abre un puente,
por el que vuela tu bondad.

No sé a dónde mirar:
¿a tu precioso rostro angelical?
¿A tu manera de tocar,
irrepetible, propia, sensual?

¿O debo en tus labios fijarme,
o en tu sonrisa celestial?
¿O tal vez tenga que detenerme
en tu castaño cabello natural?

Por el aire fluye tu melodía
con esa entonación singular.
Por mi corazón circula la energía
que con tu música me haces llegar.

Los sentimientos se entremezclan en mí:
pasión, ternura, ardor;
comienzo a sentir por ti
ganas de hacerte el amor.

Pero esta vez con dulzura,
aparcando por un día el fragor.
Te tomo, furtivo, por la cintura:
empiezo a notar tu temblor.

Sueltas con mimo el instrumento
con el que me acabas de conquistar;
aparcas el ukulele por un momento,
para que yo te pueda amar.

Lentamente desnudo tu cuerpo,
para al fin poderlo besar;
firmemente y en poco tiempo
me empiezas a desnudar.

Nos unimos piel con piel,
hasta rozar nuestros pechos;
pruebo tus labios de miel,
siempre presentes en mis sueños.

Te acaricio, te rozo,
te hago estremecer.
Me conoces, te conozco,
sé cómo lo debo hacer.

Con delicadeza muevo mi cintura,
me sientes en tu interior;
indescriptible y hermosa aventura
cuando hacemos el amor.


Dedicado a la mejor cantante y música que existe y que me deleita con su voz y con su amor. Te quiero, guapísima.