Me considero un hombre dulce, romántico, mimoso y cariñoso. Es mi forma de ser en el día a día. Pero también tengo mi otro "yo", ese lado pasional, salvaje, travieso, "pervertido" y "sucio" (ambos términos en el buen sentido de la palabra), cuando llega la hora del sexo. Desde que conocí a mi chica, creo que he potenciado y desarrollado aun más mis dos "yo". Disfruto con los juegos, con las insinuaciones y provocaciones, con las sorpresas. Me encanta tratar de sorprender a mi novia con algunas de mis "ocurrencias" o peticiones. Pero también que sea ella la que me sorprenda, la que se porte "mal". Adoro que ella sea así también.
Hace un rato ha puesto en práctica uno de esos juegos y me ha dejado ansioso y encendido. Me he puesto a curiosear por la red para publicar algún enlace hoy en el blog y, casualmente, he encontrado este artículo.
Aunque va referido a las mujeres, espero que los chicos que lo lean tomen buena nota también y que les sirva para convertirse en unos "sucios" en el sexo y hagan disfrutar a su pareja.
Por cierto, amor, ¿vale la publicación de esta entrada como ese "pórtate mal" con el que te despediste antes? Gracias por ser como eres. Te amo y te deseo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario