7 de julio de 2016

BLACK BIRTHDAY

Hoy cumples 45 años y te mereces un regalo muy especial. Nada de perfumes, zapatos o cualquier otro artículo típico para estas ocasiones. Recordé que tenías una fantasía aún por cumplir y pensé que éste sería el momento perfecto para llevarla a cabo.

Al llegar de tu trabajo, te pido que entres en nuestra habitación. Me miras sorprendida y te extrañas más todavía cuando te solicito que te desnudes. Me sonríes y, obediente, comienzas a desvestirte creyendo que vamos a follar tú y yo. Y, en efecto, vas a ser follada, pero no seré yo quien te penetre hoy. 



Una vez que te desprendes de toda la ropa y que me ofreces el delicioso espectáculo de tus dos enormes y turgentes tetas con esas areolas oscuras, de esos dos pezones tan gruesos y salientes y de tu sexo cuidadosamente depilado, cojo un pañuelo y te vendo los ojos.

  • ¿Qué haces? Ummmm....Esto se pone misterioso- me preguntas intrigada pero un tanto cómplice.
  • Nada de preguntas. En breve lo sabrás- te respondo lacónico, mientras te invito a que te tumbes en la cama, a la vez que yo me siento en el sillón del dormitorio y doy un silbido.

Unos segundos más tarde aparece Mustafá, un joven negro alto y fornido que se dedica a vender artículos de cuero en el mercadillo del barrio. Por un módico precio ha aceptado el encargo de venir a casa y hacer realidad tu fantasía: ser follada por un negro.
El chico se acerca a ti lentamente y comienza a desnudarse: se quita la camisa y su pecho macizo queda al descubierto. Se baja el pantalón y ya sólo un bóxer blanco y ceñido tapa su polla contrastando con la intensa oscuridad de su piel. Un tremendo bulto se esconde bajo la prenda y ese rabo del negro empieza a crecer en cuanto sus manos comienzan a acariciar tus senos. Suspiras pensando que soy yo quien te toca y quien te las soba, quien fricciona los carnosos pezones y los mordisquea con pasión. Únicamente al pasar tus manos por la cabeza rapada que tienes ahora metida entre tus pechos, te das cuenta de que no se trata de mí y exclamas sorprendida.

Mustafá te quita el pañuelo y con sorpresa enorme contemplas su sensual cuerpo. Observo la escena complacido, con mi polla encerrada en mi mano y sacudiéndola suavemente.

  • Feliz cumpleaños, Xenia- te digo mientras acelero un poco mis movimientos.


Me guiñas un ojo y le bajas de golpe el bóxer al negro, cuya empalmada verga sale de la prenda disparada como un resorte. Te llevas ese hinchado pene a la boca y lo lames y chupas como una posesa, sin perder tiempo y sin preámbulos, provocando que el tipo gima de placer. Tus labios aprietan el grueso nabo con una fuerza descomunal y Mustafá cierra los ojos soportando la presión. Mueves tu cabeza a una velocidad endiablada, deslizando la boca por toda la erguida polla y por el redondo glande y lo dejas todo completamente cubierto de saliva. Degustas un par de minutos más el exquisito manjar que es ese enhiesto miembro negro, lo sueltas, te giras y te pones en pompa, ofreciéndole al africano tu impresionante culo abierto y el agujero del ano. Cuando veo cómo el joven inserta violentamente su gordo y largo falo en tu orificio anal y cómo comienza a perforarlo sin compasión alguna, doy un fuerte arreón sobre mi polla y la agito con vehemencia. A duras penas contengo ya la eyaculación, pero aguanto porque quiero seguir gozando un poco más, sintiendo cada impulso sobre mi verga, mientras disfruto simultáneamente observando cada embestida que el negro le da a tu culo. Tus gritos se mezclan con los suyos y con mis jadeos y, en cuanto Mustafá aprieta dentro de ti una vez más con toda su energía , estalla de placer y empieza a inundarte el ano de leche, mientras yo suelto varios chorros de esperma que aterrizan sobre la sudorosa y brillante espalda del negro. 

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