22 de julio de 2015

CHANTAJE DE UN CICLISTA.

                                                        CHANTAJE DE UN CICLISTA.



Ya me lo has aclarado muchas veces, diosa, pero algún día tendrás que decirme más detalladamente el motivo por el que tanto te excita verme con la ropa de ciclista. Estás deseando que salga a entrenar un rato con tal de poder mirarme con el maillot y el culotte puesto. Además sé de buena tinta que muchas veces, a mis espaldas, te pones a contemplar las fotos de tu guapo y sensual deportista y no eres capaz de dejar tus manitas quietas…ya sabes a lo que me refiero. 

Por eso hoy he querido jugar un poco contigo, ser travieso. Tú me has enseñado a serlo. No es habitual que salga a entrenar por las tardes, prefiero las mañanas. Pero hoy ha sido una excepción. No estabas en casa, cuando decidí salir a rodar un rato. Me puse el maillot rojo y el culotte negro con franjas rojas, el que tanto te gusta. Antes de salir por la puerta con mi bicicleta te mandé un mensaje comunicándote que me iría a entrenar un rato. Un par de horas más tarde regresé, cansado y empapado en sudor debido a la interminable ola de calor que se está viviendo en el sur de España durante el mes de julio. Iba a meterme directo a la ducha pero te volví a enviar un mensaje para decirte que ya había regresado y que estaba bien. Seguías fuera de casa.
Me mandaste besos y palabras ardientes antes de desearme que disfrutara de la ducha. Y lo hice, pero de manera diferente a la que te esperabas. ¿Pensabas que no verías hoy a tu ciclista? ¿Qué te lo perderías por estar fuera de casa? Cogí mi móvil y me metí en el baño. Hice una breve pero intensa sesión de fotos y ya luego sí, tomé una fría y refrescante ducha. 
Al salir te envié una única imagen de las varias que me había tomado: sólo se veía mi rostro y parte de mi torso con los tirantes blancos del culotte ciclista sobre mis hombros. Tu reacción no se hizo esperar y me llenaste de piropos. 

- Si quieres ver más te lo tendrás que ganar- te dije antes de ponerme a cenar y sin esperar tu respuesta.

Una hora más tarde pudimos vernos por Skype un rato antes de que volvieras a ocuparte. Después de unos minutos de charla me pediste “tus” fotos:

- Quiero las fotos de mi ciclista.
- ¡Ahhh, no! Así no funcionan las cosas. Te dije que te las tendrías que ganar. La tecla de “eliminar” está aquí lista para ser pulsada. Tú verás- te comenté.

- ¡Por favooooor, por favoooor, no seas cruel! ¡Anda, mándame esas fotos!

- ¡Vaya! Parece que no quieres enterarte. No pienso mandarlas así como así. Mi paciencia se agota. ¿Las elimino? ¿No las elimino? ¿Escribo luego un breve texto, le pongo una de esas fotos y lo publico en el blog?…No sé..no sé…Tengo que decidirme- te dije tratando de “pincharte”.

- Lo del blog me parece una buena idea, al menos podré verte.

-¿Ahhh  sí? ¿Y no te importa que otros y otras puedan contemplar mi “cosita” en el blog?- te pregunté.

- No es la primera vez, ya te lo pedí anteriormente.

- Te advierto que esta vez se ve más marcada que la anterior.

- Ummmm….- te limitaste a responder.

- Muy bien, pues publicaré una entrada en el blog con una imagen y borraré las demás fotos.




- ¡Nooooo, nooooo, por favor, no las borres!

- A ver…entro en “Galería”, selecciono las fotos, luego “Eliminar” y ya sólo me queda “Confirmar eliminación”…

De repente suena mi móvil. No has aguantado más. Quieres mis fotos a toda costa. En la pantalla de mi teléfono aparece una primera imagen tuya: te has levantado tu nueva camiseta blanca de flores y descubierta por detrás por encima de los pechos hasta dejarlos al aire. No llevas sujetador. Tus preciosas tetas aparecen desnudas y se ve también tu cara de pícara. En una segunda foto me muestras tus senos más de cerca, en primer plano. Tus pezones se ven a la perfección, mientras dibujas una leve sonrisa en tu rostro. En una tercera imagen las tetas parecen querer comerse la pantalla de lo cerca que están. Tus enormes aureolas color café aparecen coronadas por esos gruesos y duros pezones. En la cuarta te estás tocando tu seno derecho con la mano, donde destaca el color verde de tus uñas. No puedes abarcar toda la teta con la mano: tu pecho es demasiado grande como para poder hacerlo. Y una última imagen: te has bajado los jeans, que yacen sobre tus tobillos. Ni rastro de unas bragas. Me muestras tus muslos divinos y ese culito que me vuelve loco. Lo que haces por ver a tu ciclista: subirte la camiseta, bajarte los pantalones, mostrar tus pechos, tu culo, tu cuerpo desnudo… Pero algo falla. ¿Y tu coñito? ¿No se lo enseñas a tu ciclista?

Me dices que tienes que ir a una tienda a comprar. Chica mala. Me pides que te guarde mis fotos para dentro de unas horas, para poder verlas con tranquilidad. 

- Perfecto, pero las de mi polla desnuda quedarán requisadas hasta que no te las ganes.

Antes de despedirnos hasta dentro de un ratito, me confiesas que te encantan mis juegos y que me deseas. Tuve y tengo una buena profesora que me enseña ese tipo de juegos y de travesuras, que se toca pensando en mí o mientras me observas. ¿Te masturbarás hoy también cuando veas las fotos de tu ciclista?





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