26 de septiembre de 2015

EL INFIERNO SE TE QUEDARÁ PEQUEÑO.

                                             EL INFIERNO SE TE QUEDARÁ PEQUEÑO.


Perdón por no publicar hoy un relato erótico, pero necesitaba expresar todo esto que viene a continuación. Por favor, los que estuvierais buscando un texto como los otros del blog, no sigáis leyendo, no os quiero hacer perder el tiempo. Si aun así deseáis leerlo, adelante. Mañana publicaré mi siguiente relato, “Diario de un profesor acosado (4)”.


El infierno se te quedará pequeño.

¡Feliz cumpleaños, don perfecto! ¿O tal vez debería llamarte don machista? ¿A lo mejor don borracho? ¿Don soberbio? ¿Don imprudente?….

¡No sé, tengo tantos nombres para elegir que no me decido! Hoy es tu cumpleaños y, aunque no creo que llegues nunca a leer este texto, al menos me voy a dar la satisfacción de escribirte estas líneas en un día tan especial para ti. Tú jamás has tenido miramiento por los demás y has arruinado planes, así que probarás un poco de tu propia medicina.

En la Tierra hay personas excelentes, nobles, buenas. Hay otras regulares. Algunas malas. Y luego, al final del eslabón, estás tú. Sé que a veces tratas de enmascarar tu forma de ser teniendo gestos y detalles amables, pero no te duran ni un segundo. Tu condición real no la puedes disimular.
Necesitaría horas para describir con detalle cómo eres, pero no pienso dedicarte mucho tiempo, sólo el necesario para dejar constancia de tu forma de ser.

Hoy la gota ya ha colmado el vaso. Me despedí ayer de mi novia dejándola en un acto que, en teoría no iba a durar mucho. Cuando desperté esta mañana muy temprano y le puse un mensaje, me escribió desde tu camioneta, diciéndome que había surgido un viaje imprevisto por culpa de dos borrachas que habían estado en el acto. Se encontraba en plena madrugada en medio de la autopista, en un viaje que no había querido hacer pero que entre todos la obligasteis. Ella ni siquiera tenía que conducir. Sólo iba de acompañante, sin más, en lugar de poder estar tranquilamente en casa y descansar, que falta le hace.
Siempre actúas igual: cuando quieres imponer tus ideas o que algo se haga como tú quieres, pones malas caras, malos gestos, utilizas palabras miserables para hacer que las otras personas se sientan culpables (¿culpables de qué?) y tengan que aceptar a desgana lo que tú propones e impones.

No conoces las palabras “respeto” ni “prudencia”. No te las debieron enseñar en el colegio ni tampoco tus padres. ¡Qué pena! Un hombre ya tan adulto como tú, que se cree todopoderoso, en continua posesión de la verdad, tocado por la gracia divina y, sin embargo, desconoce esas palabras.
¿Sabes? A mí no me das miedo. Ya puedes medir tus dos metros, ser fortachón, ya puede uno de tus brazos equivaler a los dos míos que no me vas a dar miedo. Ni, por supuesto, me vas a embaucar con tu palabrería de farsante. Te tengo muy calado y sé perfectamente el tipo de persona que eres. Voy a respetar, aunque me duela, a quienes se sientan abducidos por ti. Pero a mí no me la das.
Detecté hace muchísimo tiempo cómo eres y ahora ha llegado el momento de enumerar algunas de tus “increíbles” y “extraordinarias” cualidades.

1. MACHISTA.

De libro, de auténtico manual. Haciéndote el interesante entre varias mujeres a la vez, gozando al ver cómo ellas rivalizan entre sí por ti, cómo se perfuman, lucen generosos escotes y se maquillan de forma especial para atraer tu atención. En ese aspecto sé que no eres el único culpable. Esas mujeres también tienen su parte de culpa por rebajarse de esa manera, por no tener ni personalidad ni dignidad. Pero, claro, tú disfrutas viendo todo ese ambiente, porque así alimentas tu “ego” de macho.

2. INTOLERANTE.

No consientes que nadie vea o viva la vida de manera diferente a ti. Ni que nadie tenga otros hábitos u otras costumbres. Tú impones las tuyas y lo demás no existe.  Si alguien se atreve por casualidad a desafiarte lo más mínimo, lo ridiculizas delante de los otros que estén presentes. Hoy, por ejemplo, has reñido a mi diosa por el hecho de usar el móvil mientras iba en tu camioneta. ¿Pero quién diablos te has creído que eres? No eres su padre (ya te gustaría ser el padre de la mejor persona que existe, pero ese mérito es de otro hombre), ni siquiera eres un familiar carnal.

3. SOBERBIO.

Siempre tienes que llevar la razón. No admites nada. Impones tu ley, la única que crees que existe y nadie, por miedo, se atreve a rechistar. Te da igual organizar un evento, regresar a altas horas de la madrugada y poner un ensayo para la mañana siguiente temprano, sin apenas descanso de por medio. ¿Cuántas veces lo has hecho? ¿No se te cae la cara de vergüenza?

4. EGÓLATRA.

Te encanta ser el protagonista, atraer las miradas, presumir ante los demás. Y lo malo es que te atribuyes méritos que ni siquiera te corresponden. El hecho de que mi novia cante como los ángeles y toque la mandolina como nadie es producto de su esfuerzo y de su talento. He llegado a escuchar varios duetos contigo y destrozas por completo las canciones, porque no sabes cantar. Así que méritos, los justos.

5. BORRACHO.

Le das a todos los palos: tequila, vodka, vino….todo lo que se te ponga por delante o lo que tú saques. Lo haces a cualquier hora y bajo cualquier pretexto. Ayer celebraste por adelantado tu cumpleaños y bebiste. Estoy seguro que hoy volverás a hacerlo y mañana sábado, que supongo que organizarás un ensayo, volverás a beber de todo con la excusa de festejar tu aniversario con quienes ensayan. Me apuesto lo que quieras a que será así y que sacarás alguna o varias botellas para beber y que incitarás a hacerlo a quienes no lo deseen poniendo mala cara y acosando con palabras.
Tu cuerpo tiene que estar por dentro hecho un desastre, al igual que tus neuronas, debido al alcohol.

6. TEMERARIO.

Está relacionado con lo anterior. Eres un imprudente y te voy a decir muy claro el motivo: conduces después de haber ingerido alcohol. A veces, como ayer, sigues consumiendo mientras está al volante. ¿En qué piensas, estúpido? ¿No te das cuenta de que vas con más personas en el vehículo? ¿No comprendes que puedes acabar con sus vidas en décimas de segundo? ¿o dejarlas sufriendo toda la vida postradas en una cama o en una silla de ruedas? ¿No eres consciente de que puedes matar a cualquier inocente que se cruce contigo en la carretera? Y no me vengas con justificaciones como “yo controlo”, “no pasa nada por unas copas”, “estoy acostumbrado a beber y no me afecta”….
Deseo con todas mis fuerzas que algún día te pare la policía y te haga un control de alcoholemia: espero que te pongan una gran multa, que te retiren el carnet de conducir y, si es posible, que te encierren por una temporada en un centro penitenciario por tu enorme temeridad e incumplimiento de la ley.
Ni te imaginas la desazón que se me queda, la preocupación con la que me duermo las noches en las que sé que mi novia va de viaje en tu coche y que no se niega a subirse por miedo a tu reacción y por no enfadarte.

Ya termino, don perfecto. De momento y por hoy, porque te voy a seguir vigilando y porque a mí no me engañas. Y si algo es blanco, es blanco por mucho que tú quieras imponer que sea negro. Y porque, si se te ocurre en uno de tus delirios decir que hay que saltar por un  barranco, por supuesto que no habrá que hacerlo. Hazlo tú solito, a ver qué te ocurre.
Tu mente no funciona, has perdido la cabeza. Debe ser el alcohol y, tal vez, las drogas que tomaste cuando eras un joven rockero. Ya no tienes remedio, pero por si acaso te dejo esta canción para que veas los efectos que puede tener el alcohol en las personas.


https://www.youtube.com/watch?v=PWHk8idAiw4



Mientras tanto seguiré pidiendo a Dios, al bueno, al de verdad, que proteja a mi novia de tus locuras, porque si un día le llegara a pasar algo por tu culpa, el infierno se te quedará pequeño.



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